19 de enero de 2012

El libro, el coche y el puro


Imagina que te dan cinco minutos para responder a la siguiente pregunta "¿En que se parecen un libro, un coche y un puro?"¿Cuántas respuestas encontrarías? Es probable que el primer impulso de algunas personas sea decir que no tienen nada en común. Pero si no se te ocurre nada, detente un momento, y  busca nuevos enfoques.

Foto de FreeDigitalPhotos.net
Este ejercicio se planteó en el taller de creatividad del CEIN, y es sorprendente el número de parecidos que surgieron en solo cinco minutos. Todo depende de "las gafas" que uses para enfocar la pregunta. Si con las gafas que llevas no encuentras la solución, tendrás que cambiar de gafas, y podrás ver el coche, el libro y el puro como objetos, como simples cadenas de texto o como inventos de alguna época. Verás que tienen en común ser elementos de ocio, ser inventos humanos, pero también que todos llevan una "O" en su nombre, que tienen dos sílabas y dos vocales, y si te esfuerzas por abrir la mente encontrarás muchos parecidos más. Lo mismo ocurre en el día a día, si cambias la perspectiva de algo que aparentemente es un problema, podrás transformar el problema en una oportunidad.

Y si ahora te preguntaran "¿Cuantas maneras se te ocurren de subir a un tejado sin escalera?" ¿Qué dirías?



No hay comentarios:

Publicar un comentario