9 de febrero de 2012


<<Lo único que  que interfiere con  mi aprendizaje es mi educación.>>

Einstein dijo que lo único que interfería en su  aprendizaje era su educación y esto es un hecho para un gran número de personas. El mundo está lleno de personas, celebres y anónimas, brillantes a las que les fue mal durante su época de estudiante. ¿Cómo es posible?. 


Como explica Ken Robinson en su libro “El elemento”, esto se debe a que el sistema educativo actual se centra en desarrollar y valorar casi de manera exclusiva unos tipos de inteligencia (las centradas en la lógica, correspondientes al hemisferio izquierdo del cerebro). Mientras que discrimina la creatividad  y la intuición del hemisferio derecho; La parte que nos hace buscar más allá de lo ya establecido, la curiosidad, la imaginación y la fantasía. 

Foto de  MosquitoIT
Principalmente se les enseña a los alumnos a obedecer, se les progama esencialmente para comportarse como maquinas automatizada y les hacen memorizar datos en los que puede que no tengan ningún interés. Al mismo tiempo se tiende a inhibir el pensamiento crítico, la creatividad, la inteligencia interpersonal e intrapersonal, entre muchas otras habilidades esenciales para los tiempos en los que vivimos. 

Estos patrones se reproducen más tarde en las empresas, donde se llenan la boca con la palabra innovación, por ser la palabra de moda, mientras muchas son incapaces de absorber el significado real de la palabra y siguen ancladas en un modelo de gestión  pasado y profundamente inhibidor de la innovación y de la creatividad.

En el punto medio está el equilibrio. Sin embargo, por motivos culturales, hoy en día , tanto en educación como en el mundo empresarial, estamos excesivamente desequilibrados hacía el lado izquierdo, y mientras no equilibremos la balanza será difícil, por no decir imposible, salir los tiempos de crisis en los que estamos inmersos.